Héctor Araujo, ingeniero civil sanitarista, describe el panorama con el que se encontrará un estudiante que decida proyectarse en esta especialidad.
A diario nos encontramos con situaciones en las que un ingeniero civil dejó su impronta. Así, por ejemplo, cada vez que abrimos una canilla y podemos servirnos de ella un vaso de agua potable, significa, entre otras cosas, que por allí estuvo trabajando y trabaja un ingeniero civil sanitarista. En ese sentido, el ingeniero civil Héctor Araujo, especialista en ingeniería sanitaria, explica que quien estudia o decide cursar ingeniería civil también se encontrará con esta “enorme posibilidad, porque en ella se abordan temas de potabilización de agua, tratamiento de efluentes cloacales e industriales, de residuos sólidos urbanos, de desagües pluviales, lo que se considera básicamente el saneamiento urbano”. Araujo también remarca que en estas obras y actividades uno percibe el beneficio que el ingeniero civil le aporta a la sociedad: “saliendo de las estructuras, de las obras viales, también se abre un panorama muy rico de la disciplina. Nuestras obras no se ven, porque nadie ve una cañería enterrada, pero cuando uno percibe que con su trabajo le brindó la posibilidad de tener agua potable a más de un millón de personas, es realmente satisfactorio”. “Además, cuando se trabaja para abordar todas estas cuestiones de saneamiento básico, se tiene injerencia ambiental decisiva. No olvidemos que todo empezó hace casi 150 años, cuando en Buenos Aires se dieron las epidemias de fiebre amarilla y cólera, que se cobraron decenas de miles de víctimas”, describe el ingeniero civil. Respecto a las posibilidades laborales, cualquier obra que esté bien proyectada, bien mantenida y bien operada requiere de un profesional capacitado y experimentado, lo que representa un desafío para el estudiante de ingeniería civil. Finalmente, el profesional recalca que para quienes estén orientados vocacionalmente en la ingeniería sanitaria, la Universidad pública orienta e informa sobre cada uno de los alcances de la disciplina, “porque en ella hay conceptos que no están en otras áreas de la carrera, y se encontrará con una herramienta muy interesante”.
“Es trascendental en la resolución de problemas”
A principios del año 2018 se presentó el nuevo ente oficial que se encarga de la gestión del recurso hídrico. Se trata de la APRHI (Administración Provincial de Recursos Hídricos), un ente autárquico que fija las políticas hídricas relativas al saneamiento, regulando la obtención, escurrimiento, infiltración, uso y conservación del recurso; una entidad en la que la ingeniería cumple un rol esencial. Al respecto, su director, el ingeniero civil Juan Pablo Brarda, explica que “el rol del ingeniero civil en la rama de ingeniería sanitaria en la APRHI es trascendental. En primer lugar, hay que decir que la carrera es una herramienta robusta para el normal desenvolvimiento de las actividades que desarrolla el ser humano en la sociedad y tiene un potencial extraordinario a la hora de la resolución de los problemas. Luego, hay que decir que el ingeniero civil y sanitarista dentro de la entidad desarrolla un montón de actividades que son transversales a otras profesiones, como abogados, contadores, arquitectos, biólogos y químicos”. Asimismo, Brarda remarcó que en el ámbito de la provincia el profesional de la ingeniería civil es el que lleva adelante el desarrollo de fiscalización y control de las fuentes para abastecimiento de agua potable y el saneamiento urbano y rural. Está involucrado en los proyectos de más de 12 acueductos, que brindarán agua potable a muchas ciudades del interior. “Es partícipe en la gestión y planificación estratégica del nuevo acueducto Coronda (Santa Fe)San Francisco, en colaboración con profesionales de la vecina provincia; junto a ellos proyectamos estratégicamente obras de envergadura en materia de regulación de crecidas, como como presas y embalses. Hablamos de ocho presas en la zona norte de la provincia, como así también en las sierras del sur provincial”, describe Brarda. Finalmente, Brarda destaca la relevancia profesional en las diferentes obras de saneamiento cloacal que se realizan en Almafuerte y en todo el territorio provincial.