Cuatro referentes analizaron lo que se viene en materia educativa, económica y política.
Destacados referentes en materia de política, economía y educación analizaron con detalle el desarrollo y pespectivas en Argentina en el marco de las Charlas Magistrales que fueron el cierre de los festejos del 30° aniversario del Colegio de Ingenieros Civiles.
El rector de la UNC Hugo Juri brindó una visión del futuro de la educación superior.
Marcelo Capello, presidente del Ieral y Gastón Utrera, titular de Economic Trends, describieron la actualidad económica y su impacto en el sector de la construcción. En tanto Sergio Suppo, secretario de Redacción de la La Nación, avanzó sobre el escenario político en el país.
En la apertura, el presidente del Colegio, Federico Martí, señaló que la propuesta del evento tuvo por propósito “brindar espacios y oportunidades de integración social, cultural y de apertura de la profesión como contribución al bien común” y destacó los hitos de la vida institucional, las personas que forjaron la entidad y el rol fundamental de los profesionales en el desarrollo del país.
Perspectivas
El “sistema de créditos” en el horizonte universitario
El rector Hugo Juri enfantizó el espíritu del legado reformista en el año del Centenario. Habló de la necesidad de una educación que cambie. “Hay cosas que sabemos que se vienen en los próximos años: se requieren muchos conocimientos nuevos, carreras cortas, carreras largas, los trabajadores van a necesitar todos tener a veces conocimientos de educación superior. Pero las universidades estamos yendo mucho más lento que los requerimientos de la sociedad”, reconoció.
“En el año 2000 dijimos que se venían cambios, dijimos hagamos títulos más amplios, de menos años de carrera y que después los estudiantes puedan ir eligiendo las carreras que vayan a seguir, que es lo mismo que en el Estados Unidos se llama college y que en Europa se llama ciclo general de conocimientos básicos (que dura dos años). Ya pasaron casi 20 años y todavía no lo podemos implementar, en este mundo en que han pasado todas esas cosas”, señaló el rector.
En este marco se refirió al denominado “sistema de créditos”, y aclaró que el término se refiere a acreditar el conocimiento por tramo.
Y agregó: “Tenemos que adecuar nuestras estructuras con títulos intermedios, reconociendo materias individuales, para que la gente venga y las haga y se los reconoce con los conocimientos y competencias. En eso nos están ayudando muchísimo los ingenieros porque están transformando todas las acreditaciones a competencias”. Detalló que 400 carreras de ingenierías han reconocido mutuamente este sistema de créditos “y van liderando estos cambios en las herramientas para resolver esas cosas a futuro”.
Los impactos del déficit de infraestructura económica y social Gastón Utrera, titular de Economic Trends, hizo un análisis económico del sector de la construcción y resaltó que en el futuro “habrá mucha necesidad de ingenieros civiles porque hay en Argentina un déficit muy grande de infraestructura económica y social. Si como sociedad logramos la manera de obtener los recursos para asignarlos a la infraestructura, obviamente habrá una fuerte demanda de estos profesionales”.
Hizo un repaso de los indicadores de infraestrutura, que muestran que Argentina está por debajo de Chile, Uruguay, México, Brasil y Colombia, en el puesto 85 entre 138 países. “Argentina, en los últimos años ha sido el país que casi menos ha invertido en infraestructura económica en la región”, detalló y aclaró que se trata de aquella infraestructura que aumenta la productividad de la economía (rutas, telecomunicaciones, energía). También sostuvo que hay déficit de la denominada infraestructura social (redes de agua potable, pavimento, desagües, vivienda social). Dio ejemplos: en Córdoba 259.000 hogares tienen déficit de vivienda y hay 711 km de rutas nacionales que requieren ampliación y casi 1.800 requieren reparación.
“Cuando pensamos en los empleos del presente aparece en agenda la Construcción, herramienta necesaria para absorber el perfil de desocupados, subocupados y de personas que trabajan en negro que terminan de tener su correlato en los inaceptables números de pobreza”, señaló Utrera.
Los efectos de la crisis cambiaria
El economista Marcelo Capello se refirió a la economía pre y post crisis cambiaria: “El año pasado tuvimos crecimiento, y es probable que este año la producción crezca un 1% en términos estadísticos, pero los próximos meses lo que más probablemente veamos es una recesión o meses de caída de la actividad económica”.
Si bien señaló que la economía Argentina -hasta 2017- venía con un nivel de crecimiento intermedio, el país arrastra problemas de fondo que no se solucionan o crecen. Se refirió a la balanza comercial y al desequilibrio entre ingresos y egresos en el sector público.
Sobre la crisis cambiaria y lo que sigue, señaló: “Subió el tipo de cambio y obligó a anunciar un mayor ajuste del gasto público con un gradualismo acelerado. Eso, por desaceleración del gasto público y por aumento del tipo de cambio que hace subir inicialmente la inflación, hace caer el salario real y el consumo y eso te puede llevar a una recesión”. Advirtió que se va a ralentizar el crédito con mayor tasa de interés y menor confianza, la obra pública experimentará alguna desaceleración, el consumo no durable empeora y la agroindustria mejorará la competitividad en peso aunque con menor producción.
Cerró con una visión optimista al largo plazo: “Si se cumple el compromiso de reducción del déficit fiscal, el FMI nos va a estar financiando por tres años buena parte de lo que vence, con lo cual eso también disminuye la incertidumbre. Si el tipo de cambio se estabiliza y, en términos reales, queda alto, eso después de unos meses va a tender a bajar el Riesgo País y las tasas de interés local y podrá generarse una visión más favorable para Argentina sobre la viabilidad del programa económico a largo plazo, que empiece a traccionar exportaciones, alguna sustitución de importaciones y el turismo local”.
A esto le sumó que, hacia fin de año o en algún momento de 2018, los salarios deberían ganarle a la inflación -algo que es de esperar en un año con elecciones-, y empiece a reaccionar el consumo masivo, se vuelva a crecer entre 2 y 3% en 2019, situación parecida a lo que fue en 2017. En síntesis, concluyó: “Mal en el corto plazo pero quizá sea más sustentable en el largo plazo porque si se cumple todo esto iríamos ordenando el problema fiscal y el déficit de cuenta corriente iría a disminuir con este tipo de cambio y algunas otras medidas que se puedan tomar”.
La reconfiguración del escenario político
El Secretario de Redacción de La Nación, Sergio Suppo, hizo un recorrido histórico nacional y mundialcon el find de encontrar algunas explicaciones a la situación actual. Afirmó que “el país vive en decadencia hace muchas décadas” a diferencia de la Argentina del centenario enque era uno de los países emergente más significativos en el mundo. “En 1910, estabamos entre los 10 más importantes del mundo, hoy entre los 20. Y vivimos de lo mismo: producción rural”, sintetizó.
El periodista siguió analizando oportunidades perdidas, mencionó la década del ´70 en que se retrasó la posibilidad de una reconstrucción política y económica. “Desde los ´70 hasta ahora hay un crecimiento de la pobreza estructural. Hoy parece muy difícil y casi una utopía bajar una pobreza estructural que está entre el 25 y el 30% de los argentinos, ese es quizá el fracaso más grande”.
Sin embargo, señaló que hoy el país tiene un desafío. Tras pasar el boom de la soja, aparece el boom de Vaca Muerta, que describió como la segunda reserva de shell gas del mundo. “La pregunta es: ¿qué vamos a ser, Nigeria o Noruega?” interpeló sobre dos modelos de países petroleros que fueron por caminos totalmente divergentes y resultados opuestos.
Luego se refirió a la coyuntura política y al cambio de escenario. “Hace dos meses hubiera dicho que Mauricio Macri tenía pavimentado el camino de la reelección, pero apareció un “cisne negro”, hubo una corrida cambiaria y la autoestima de Argentina se cayó al piso”. “La crisis que comenzó a fines de abril continúa todavía hoy y estará convirtiendo en muy volátil toda la situación económica Argentina. Era una crisis financiera, es una crisis económica, hay por lo tanto una crisis política en Argentina. Esto ha reconfigurado el escenario político”, analizó.
Para Suppo, los deberes de Macri hacia adelante son: comunicar activamente que es necesario un nuevo esfuerzo por el país lo que implica reconfigurar el contrato político que hizo con sus votantes, con la clase media que lo acompañó, “le tiene que pedir un nuevo plazo para sus expectativas”.
Si bien sostuvo que el presidente irá por la reelección, “la hipótesis del gobierno es negociar con el peronismo que gobierna, el de los gobernadores, tratar de campear el temporal y armar una propuesta electoral. El gobierno apunta a que se repita el escenario electoral con dos peronismos: el kirchnerista y el republicano. Esta es una apuesta sobre el que abro interrogantes, hoy no se ve viable que estos dos peronismos se vuelvan a unir pero nadie puede garantizar que ese peronismo no se vuelva a reunir bajo algún acuerdo que deba incluir a Cristina Fernández”. En este marco, sostuvo que el peronismo de los gobernadores tienen la necesidad de encontrar un candidato que hoy no tiene en
términos de desarrollo y envergadura política. “Habrá que mensurar para el año que viene el peso del gobierno en términos económicos y la valoración que la gente tendrá en términos económicos. Si los deseos de Macri se cumpliera, el escenario es ir contra los dos peronismos, y la segunda vuelta con Cristina”, detalló. Insistió en que el gran ausente es un proyecto verdadero de desarrollo integral que incluya un proyecto educativo y que piense en la relocalización de población en grandes centros urbanos que se ha convertido en “bolsones de pobreza” que no tienen nada que hacer.